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domingo, 6 de abril de 2014

Susana Martínez-Conde: «Necesitaríamos un cerebro del tamaño de un edificio para percibir fielmente la realidad»

Día 05/04/2014 

La cámara de un móvil tiene mayor resolución que el ojo humano, pero el cerebro recurre a trucos para lograr una imagen más nítida y detallada, aunque menos fiel


Foto Víctor Lerena
Susana Martínez-Conde nació en la Coruña y se doctoró en la Universidad de Santiago. En la actualidad dirige el laboratorio de Neurociencia Visual del Instituto Barrow (Phoenix, EEUU). Esta neurocientífica de renombre internacional ha visitado esta semana Madrid invitada por la Universidad Europea para impartir una conferencia sobre “Los engaños de la mente” en el "Aula Europea de Psicología”. La mayor parte de lo que percibimos es una ilusión, asegura, trucos del cerebro para hacer frente a sus limitaciones “técnicas”.
Para esta neurocientífica los magos son manipuladores natos de la atención y la consciencia, una teoría aparentemente frívola que sin embargo ha merecido un hueco en la revista "Nature Rewiews". Y es que, dice, la magia es un arte de los más académicos. Durante el minuto que dura un truco los magos manipulan nuestra atención recurriendo a esos puntos débiles del cerebro para apilar una ilusión tras otra, y hacernos creer que incluso las leyes físicas quedan abolidas de forma mágica.
-¿El cerebro se inventa la realidad?
-El cerebro inventa la mayor parte de la realidad, porque a pesar de ser una estructura complejísima es también muy limitada. Cualquier cámara de móvil tiene mayor resolución que el ojo humano. Tenemos un millón de fibras en el ojo y eso hoy en día en una cámara de fotos no es nada. Sin embargo, nuestra visión es mucho más nítida y detallada que la de la mejor cámara. Eso se debe a que no nos basamos sólo en la información que registramos. El cerebro está muestreando puntos de información crítica de la escena que nos rodea, los que tienen mayor contenido de información. Pero quedan muchos huecos que rellena mediante un proceso activo de construcción de nuestra percepción visual que se corresponde bastante bien con la realidad, pero

miércoles, 19 de febrero de 2014

Dick Swaab: «Gran parte de lo que somos está determinado antes de nacer»

Día 17/02/2014 

Este catedrático emérito de la Universidad de Amsterdam sostiene que el cerebro tiene poca capacidad de cambio después del nacimiento. Incluso el carácter está determinado desde el seno materno



El neurólogo Dick Swaab, que dirigió durante tres décadas el Instituto Holandés de Investigaciones Cerebrales, acaba de presentar en España «Somos nuestro cerebro» (Plataforma Editorial) un libro del que ha vendido 400.000 ejemplares en su país y que ha despertado una gran polémica.
(...)
—Sostiene nacemos muy determinados, con pocas opciones de cambio...
—Sí, gran parte de lo que somos está establecido incluso desde el momento de la concepción a través de los genes que recibimos de nuestros padres. Por ejemplo, el cociente de inteligencia depende en un 88% de esa herencia genética. También está establecida desde el útero la identidad de género, es decir, el sentimiento de ser un hombre o una mujer. Lo mismo ocurre con la orientación sexual: heterosexualidad, homosexualidad o bisexualidad. Y muchas enfermedades mentales, como la esquizofrenia, con una carga genética del 80%, aunque los síntomas aparezcan en la pubertad, por influencia de las hormonas sexuales. De ahí el título del libro: «Somos nuestros

jueves, 28 de marzo de 2013

Fernando Savater: “A cierta edad dejas de ser vendible y eres como un florero”

"Camilo José Cela decía que como España es un país pequeño, sólo cabe una opinión de cada persona. Si ya eres un ensayista, eres un ensayista, si escribes novelas, eres un novelista". 


Conversación de Juan Cruz y Fernando Savater: 
Juan Cruz: –Eres tantos: dramaturgo, novelista, profesor, ensayista. Te hemos visto en todas las vertientes.
Fernando Savater: –Camilo José Cela decía que como España es un país pequeño, sólo cabe una opinión de cada persona. Si ya eres un ensayista, eres un ensayista, si escribes novelas, eres un novelista. Yo soy un escritor y es así como me considero, siempre lo he sido. Bueno, primero lector, pero como al lector no le pagan tengo que ser escritor (risas). En una de las primeras cosas que escribí decía que yo abordaba la filosofía como un género literario, y por supuesto el teatro o la novela. He escrito géneros distintos pero siempre dentro de un mismo trabajo, el de escritor. No he sido nada más. Dentro de todo siempre me ha gustado más la literatura, de hecho le leído mucha más literatura que filosofía o que cualquier otra cosa.
(...)
Abordas en tu libro algo que me parece muy saludable, el tema de la piratería en Internet y cómo se ha instalado en la sociedad española (y en otras) la idea de que la creación literaria o artística puede ser robada por otros impunemente.
Se ha instalado porque hay un medio para hacerlo, porque es accesible, y lo cuentan como si la cultura fuera así. No, la cultura no es así, la cultura está basada en la comunicación y la comunicación tiene hoy un sistema que permite el acceso a cosas que antes estaban vedadas o por las que había que pagar. Ocurre también con las patentes. Al señor que roba los planos

viernes, 21 de septiembre de 2012

Pedantería e ignorancia: Por qué la universidad vive de espaldas a la gente normal


Emplean una jerga impersonal y elitista, pero es debido a que no saben escribir

Dos problemas de una sintaxis modal: la construcción superlativa y el verbo ‘parecer’”; “El manejo de las contradicciones dialectales entre lo público y lo privado en las parejas lesbianas”;  y “L-aminoácido oxidasa. II. La disociación y la caracterización de sus subunidades”. Sí, estos tres artículos académicos existen. No hay más que echar un vistazo a cualquier revista científica para comprobar que gran parte de los textos, empezando por sus titulares, distan mucho de ser atractivos para el lector medio. ¿Es que la investigación académica no necesita llegar al gran público, dado que su único destinatario es la comunidad universitaria, o son las propias convenciones de estilo las que se imponen en el lenguaje de los investigadores?
Ininteligible para los propios profesores
La profesora universitaria e investigadora Helen Sword, profesora asociada en el Centro de Desarrollo Académico de la Universidad de Auckland, ha intentado poner solución a tal problema a través de su nuevo libro, Stylish Academic Writing. El ensayo, que acaba de ser publicado por Harvard University Press, es una especie de libro de estilo académico que intenta abrir las puertas de la creatividad de los todavía constreñidos científicos. La voluntad de Sword es, ante todo, “animar a los académicos que quieran escribir de manera más atractiva pero sientan miedo ante las