jueves, 7 de mayo de 2015

El fenicio revisita Toledo

El fenicio vuelve a Toledo después de 45 años. Foto Vanessa
Sí, unas horas caminando por la Judería de Toledo y recordando la casi olvidada visita de 1971, en tiempos estudiantiles con los compañeros del Instituto Santa María de Ibiza... y sabiendo que Toledo exige al menos una semana para entregarte parte de sus tesoros acumulados a lo largo de los siglos.

La epidermis de la ciudad revela que ha sido pasto de arqueólogos y excavadores de tumbas en las últimas décadas. La fiebre de la remodelación y la búsqueda del pasado ha sido generalizada, como demuestran todas las ciudades Patrimonio de la Humanidad de España y otras urbes asentadas sobre los cimientos de anteriores invasiones.

La ciudad aún respira como pocas a clérigos, militares y estamentos. Ahora una atmósfera muy mitigada por la abrumadoras presencia de museos, iglesias y conventos y por las oleadas de turistas pastoreados por guías nativos entrenados en la propia urbe. Como en todas partes, interpretan las cosas según les conviene. Oigo varias veces lo de "yo soy guía oficial de Toledo". Oficial, ahí es nada. Ni por un momento pueden prescindir de la rimbombante tendencia al oficialismo, al estamento, a las clases. Vaya, por Dios.




                                          El falso mito de las tres culturas

Pero tiene sentido con lo que explican, al menos son coherentes. Ahora pretenden vender Toledo como ciudad romántica para acaparar bodas y bautizos. Sobre todo bodas. Como Mérida se siente