Recupero el placer de los cantos rodados, las aguas claras y una ración de higos chumbos fresquitos degustados al amanecer, a la salida del sol.
El salitre del Mediterráneo ha de obrar el milagro en mi piel y en mi alma.
El 8 de febrero comencé el régimen de Dukan, que da cierta preeminencia a las proteínas. Tiene enormes ventajas: a finales de julio ya había pasado de 104 kilos a unos 77.
Pero muy pocos saben que esta dieta tiene algunos efectos colaterales: pérdida de la libido, posibles efectos sobre la pared estomacal y un aumento de la inflamación en el caso de los artríticos.
Yo sabía esto y en agosto me tomé un mes de paréntesis, haciendo deporte y comiendo sano, pero más variado (es decir, aumentando los hidratos).
La inflamación ha remitido. Ahora hay que redirigir la tercera fase de la dieta (estabilización y consolidación).
A ello voy en este mes de septiembre, y me será fácil recordando la orgía de los sabrosos higos chumbos, del buen vino tinto y algunas piezas de otras frutas.
Si no recupero la disciplina volveré al centenar y no me apetece. Y además duele.
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jueves, 1 de septiembre de 2011
miércoles, 3 de agosto de 2011
Las guerras de toda la vida: 'Tengo cáncer de pulmón' (Horacio Vázquez-Rial)
La muerte, es decir, la vida
Por Horacio Vázquez-Rial
Los amigos de Facebook lo saben. Mis lectores, aún no. Por eso lo escribo aquí hoy, acompañando unas reflexiones sobre la muerte, la mortalidad y la vida que les debo desde hace tiempo. Tengo cáncer de pulmón.
Sería un idiota si esto me cogiera por sorpresa, y un mentiroso si fingiera sorprenderme. He fumado más de cuarenta cigarrillos diarios durante medio siglo. Si fueran cincuenta, ya estaría contando por encima de los 900.000: Un millón de cigarrillos tituló su libro de recuerdos Marcello Mastroianni porque era lo que estimaba haber fumado en los 72 años que vivió. Bebió menos de lo que fumó, pero murió de cáncer de páncreas. Otros llegan a la misma situación sin haber inhalado humo de tabaco en su vida, por una inclinación genética o, quizás, un accidente de programación, pero es verdad que el tabaco mata.
Fue en la presentación del libro de Mastroianni, póstuma, por supuesto, donde empecé a pensar en
Fue en la presentación del libro de Mastroianni, póstuma, por supuesto, donde empecé a pensar en
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