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sábado, 5 de mayo de 2012

Sahara: El atentado español en El Aaiún contra los marroquíes


Por Pedro Fernández Barbadillo

 

 

 

En el DC-9 de Iberia que en febrero de 1976 sacó a los últimos españoles del Sáhara Occidental, alguien pintó la consigna "Viva el Frente Polisario". La misma frase decoró el Parador Nacional de El Aaiún, que a punto estuvo ser reducido a escombros unas semanas antes; no en un ataque marroquí ni en un atentado del Polisario, sino en una operación realizada por varios oficiales españoles al margen de sus mandos.
Los Acuerdos de Madrid, pactados a mediados de noviembre de 1975 entre España, Marruecos y Mauritania, establecían una administración de los tres Estados sobre el Sáhara durante unos meses; después España huiría con el rabo entre las piernas para dejar el territorio a los ocupantes. El Gobierno presidido por Carlos Arias Navarro, un supuesto duro, formado en la represión de la posguerra y la policía, se desentendía así de su deber de permitir el referéndum de autodeterminación.

El 23 de noviembre, al capitán Vicente Bravo se le ordenó marchar con varios de sus legionarios hasta el puesto de Tah, fronterizo con Marruecos, para guiar hasta El Aaiún a las nuevas autoridades marroquíes. Éstas formaban una larga caravana. El coronel José Ramón Diego Aguirre dio los nombres de los principales: el gobernador adjunto, Ahmed Bensuda; el secretario de Estado de Interior, Dris Basri; el presidente de la

martes, 9 de febrero de 2010

Luís Rodríguez de Viguri en el Sahara

En la muerte de Rodríguez de Viguri
UN CLAMOR EN EL DESIERTO
Por Pablo Ignacio de Dalmases


Conocí a Viguri en 1974. En el entonces Sahara español corrían tiempos de
cambio. El Gobierno español, después de años de inactividad, había comprendido
que era necesario actuar y daba pasos con el fin de que los saharauis ejercieran
su derecho a la autodeterminación. Siguiendo la doctrina del ex ministro de
Asuntos Exteriores, Fernando María Castiella, se pretendía una salida razonable:
transformar la hasta entonces provincia en un Estado independiente que, por su
vinculación cultural con España y su relación fronteriza y humana con Canarias,
habría de mantener relaciones cordiales con la antigua metrópoli. Con tal
objeto, se nombró nuevo gobernador del territorio al general Federico Gómez de
Salazar, quien pidió a su amigo y compañero de promoción de Estado Mayor,
Rodríguez de Viguri, que le acompañara en la tarea.



Buscaban para ello, entre otras cosas, un periodista joven capaz de dar un
vuelco a lo que hasta entonces había sido la información sobre el Sahara,
amparada en el inescrutable "secreto oficial". La casualidad hizo posible que
conectara con este nuevo equipo y me ofrecieran incorporarme a la Dirección de
Radio Sahara, como así fue el 1 de octubre de 1974. A partir de esa fecha empezó
mi relación con Viguri, que se convirtió en mi jefe directo, como jefe de la
Administración civil que era, en su condición de Secretario General del
Gobierno.

Libertad y responsabilidad

Montamos el único periódico que hasta entonces había existido en el Sahara, La
Realidad, vi e informé sobre su labor legislativa, cuando promovió en la
Asamblea General la aprobación de las bases del régimen autonómico, de la
justicia cheránica y del estatuto de funcionarios, fui testigo de que, gracias a
él, y a pesar de la reticencias de sus congéneres militares, se graduó la
primera promoción de oficiales saharauis de la policía territorial.


Acudía a despachar diariamente con él a última hora de la tarde y fue siempre
fiel a la norma de conducta que me fijó desde el principio: "Máxima libertad con
máxima responsabilidad".


Como ningún ser humano es inmune al error, Viguri cometió uno: la creación del
PUNS, un partido marioneta, que tuvo un final desdichado con la traición de su
dirigente, un tal Jalihenna Rachid o Jalihenna Sidi Enhamed Mohamed, que se pasó
a Marruecos con el dinero que le había confiado el Gobierno para montar la
operación. Rectificó y fue, poco a poco, comprendiendo que el futuro exigía la
aproximación al Frente Polisario.


Gracias a ello, en septiembre de 1975 hubo un famoso -y poco antes impensable-
encuentro en Mahbes entre el Gobernador Salazar y los representantes del Frente,
del que pudo haber salido una vía de futuro si el viraje copernicano del
Gobierno de Madrid no la hubiese frustrado con su humillante sumisión a
Marruecos y el abandono precipitado del Sahara.

Cuando el Gobierno evacuó el ejército ultramarino y Salazar salió con los
últimos soldados del puerto de Villa Cisneros, Viguri quedó en El Aaiún para
asegurar la transición y salvaguardar los intereses españoles. Clamó en los
periódicos contra el abandono del Gobierno español y fue destituido de un
plumazo por el tándem Arias Navarro-Santiago y Díaz de Mendívil.


Regresó a su casa de Madrid para, jubilado al poco tiempo, entrar en el silencio
de la vida civil, con el recuerdo admirado de quienes fueron, poco a poco,
descubriendo al hombre tenaz e inteligente que se había jugado con la dignidad
de su palabra y la seriedad de su actuación las medallas que muchos aceptaron
tras el deshonroso abandono. Su mejor medalla fue el respeto que desde entonces
le tributó el pueblo saharaui.


Mundo Negro

PS: Conocí a ambos en 1974 y 1975 en El AAiún. Pablo era un periodista catalán que dirigía Radio Sahara y después un semanario, La Realidad. Las guardé todos, pero desgraciadamente han ido cayendo, víctimas de mis múltiples cambios de domicilio.
Rodríguez de Viguri estaba en el Gobierno del Sahara, un edificio frente al Cuartel General que es donde yo estaba haciendo el servicio militar

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Obituario: Federico Gómez de Salazar, mi general en el Sahara

El pasado día 24 falleció en Madrid el general Federico Gómez de Salazar y Nieto, a los 93 años. Durante mi servicio militar en el Aaiún fue mi general jefe, o sea el general de las tropas y gobernador del Sahara. La fotografía está tomada en el Aaiún una semana antes de yo abandonar aquellos territorios, ahora en manos marroquíes. Eso es en noviembre de 1975. Gómez de Salazar también fue el general que presidió el Tribunal Militar especial que dictó sentencia contra los implicados en el golpe del 23 de febrero. Publicado en Mariano Digital, 27 de enero de 2006