viernes, 30 de abril de 2010

Volver, bajo la sombra de Gardel y Cernuda



En realidad, ya les puse el video de Estrella Morente en el que canta delante de Penélope Cruz y Pedro Almodóvar el tema "Volver". Pero pueden volver a escucharlo aquí.
Pero el Volver original, amigos míos es mil veces mejor, aunque quien no esté acostumbrado le costará un poco y tendrá que oirla varias veces. El truco de aflamencar un gran tema, darle el aire de copla aflamencada, no siempre funciona, aunque Almodóvar (que es un ignorante de tomo y lomo en la mayor parte de cosas de las que quiere opinar) cae rendido cuando Estrella Morente acaba la canción.
Bien, si es por cortesía, pero Estrella Morente es una cantante muy limitada. Buen timbre, pero tendrá que trabajar mucho si quiere mantenerse.
El tema importante en efecto se llama Volver y creo que lo cantó  Gardel por primera vez en 1933 o por ahí. Malos años para la lírica. Años de muchos exilios, de trasiego y de huidas.
Yo les voy a poner el video de Carlos Gardel (de origen francés, nacido en Uruguay, aunque se le considera argentino y nadie ha cantado el tango como él).

Pero a tantos peregrinos obligados por los accidentes y los incidentes de la vida me agradecerán que les muestre uno de los poemas más lacerantes que he leído en mi vida.
Se titula Peregrino y es de Luís Cernuda.


¿Volver? Vuelva el que tenga,
tras largos años, tras un largo viaje,
cansancio del camino y la codicia
de su tierra, su casa, sus amigos,
del amor que al regreso fiel le espere.

Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
sino seguir libre adelante,
disponible por siempre,mozo o viejo,
sin hijo que te busque, como a Ulises,
sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.

Sigue, sigue adelante y no regreses,
fiel hasta el fin del camino y tu vida,
no eches de menos un destino más fácil,
tus pies sobre la tierra antes no hollada,
tus ojos frente a lo antes nunca visto.


Este poema viaja conmigo desde el año 2000. ¿El famoso  efecto 2000?


sábado, 3 de abril de 2010

Una España aberrante donde los pobres no pueden estudiar en castellano

No suelo reproducir en este blog textos completos ajenos, si no es por una causa razonada. Nunca mejor que en este momento, porque ya en 1972 tuve la primera polémica en público en Diario de Ibiza y algunas escaramuzas en el Diario de Mallorca, siempre defendiendo el derecho a estudiar en catalán.
Pero lo que han hecho ahora en Cataluña, Valencia y Baleares es imperdonable e intolerable.
Simplemente, que en España, los ciudadanos pobres -como fui y sigo siendo yo mismo- no puedan adquirir concimientos de y en castellano me parece una canallada. Los hijos de los ricos y políticos pudientes (los maragalles, montillas, corbachinos, etc.) estudian en colegios privados donde aprenden un español impecable.
Esto no puede seguir así. Tantas luchas y sinsabores para llegar a instituir una sociedad clasista, donde con los impuestos de todos, dejamos los privilegios a los ricos y a los políticos nefastos. Así se perpetúa la casta dominante.
Por ello reclamo, 41 años después, el derecho de todo español a estudiar en español en España. Y pido la ayuda de todos con nuestro voto. Partido que no deje esto claro (PSOE y PP sobre todo) en su programa electoral, que no reciba ningún voto de ningún español demócrata.
El artículo de Anson, un demócrata luchador al que Franco tuvo que echar del país y un excelente prosista, miembro de la Real Aacademia de la Lengua, lo dice de una manera muy explícita.


El bilingüismo pisoteado, por L. M. Anson

Se impide a los padres, como cuestión de hecho, que elijan el idioma castellano en el que quieren educar a sus hijos. Se castiga a los niños que en el recreo se expresan en la lengua de Borges y Marsé. Se multa a los comerciantes que no rotulan sus tiendas en catalán. Se extirpa el castellano de folletos, programas, invitaciones, comunicados oficiales en la mayoría de los museos, instituciones públicas y organismos representativos de toda Cataluña.

Montilla y su Gobierno están haciendo lo mismo que hacía Franco pero al revés. El dictador se ensañó con la bella lengua catalana. La Generalidad persigue hoy con inusitada furia todo lo que se relaciona con el castellano. El bilingüismo es una realidad entre el pueblo pero una entelequia para el tripartito que gobierna en Cataluña.

Islamistas, judíos o evangélicos pueden escoger con toda facilidad la educación en su religión mientras se ha proscrito la tercera hora del castellano. Sañuda obsesión. Los padres tienen la posibilidad de elegir una u otra religión pero no el idioma de Cervantes. La multiculturalidad es un hecho; el bilingüismo, no. Y eso que todas las personas que habitan en Cataluña entienden castellano y sólo la mitad, catalán. La reciente huelga de las salas de cine a las que se quiere imponer el catalán ha sido reveladora. El palo ha crujido las costillas de Carod Rovira y Montilla. Pero es igual. Ni un ademán de rectificación. El totalitarismo franquista que padeció Cataluña se reproduce ahora, en cuanto al idioma, en medio del silencio de muchos que callan para no ser perseguidos.

La opción de ser escolarizados en castellano no existe de hecho. El abuso se impone porque el Gobierno Zapatero precisa de los escaños nacionalistas en el Congreso de los Diputados. Y se sacrifican los principios y el derecho a la aritmética electoral. El ministro Gabilondo, que es hombre sensato y razonador, vuelve la vista hacia otro lado y esconde la cabeza como el avestruz. Los que defendimos el idioma catalán contra Franco, no vamos a cejar, contra Montilla, en la defensa del castellano. El líder socialista de Cataluña puede instalarse en la tropelía excluyente. Pero no impunemente. El diario EL MUNDO está haciendo una magnífica campaña denunciando los abusos contra la lengua castellana. En varias ocasiones he dedicado yo esta página a exponer la triste realidad. El electoralismo de Zapatero por un lado y la pusilanimidad de Rajoy por otro no pueden arrojar la lengua castellana al zaquizamí de la Historia. Son numerosos los intelectuales catalanes que están en pie contra la tropelía. Habrá que ayudarles para que, desde dentro, se imponga la cordura y el sentido común y que el estudio de catalán y castellano se produzca en vasos comunicantes con estudio y sin ira como ocurre hoy cuando se expresa el pueblo llano en la vida cotidiana. Cuando uno se mueve por Barcelona y otras ciudades catalanas puede percibir el divorcio entre las obsesiones de la Generalidad y la normalidad ciudadana. Hay un rechazo a exclusiones e imposiciones. El catalán medio convive sin problema con ambos idiomas y asiste estupefacto a la persecución que un grupo de políticos ha desencadenado contra el idioma de Pablo Neruda y Pere Gimferrer.


El Cultural, 12-2-2010 

Mucho más sobre el mismo tema en Ibiza Digital y en Mariano Digital