Ay del pueblo que por sus malas obras consigue agotar sus aguas subterráneas o romper la vía natural de los arroyos.
Cuando una región queda sin agua en las entrañas, entrega su vida y su futuro a la nada. Que se lo cuenten a Ibiza.
Aquella noche que sueñas aguas vivas, amaneces más alegre y más ufano.
Un pueblo que estropea sus aguas o pierde la salud de sus aguas, firma su sentencia de muerte.
Por eso yo sueño a menudo con el agua perdida y entonces me despierto nublado y torpe.
Sólo recompondré la figura al conseguir un sueño de vida, con aguas frescas, vivas, cristalinas.
Han intentado explicarme el significado psicoanalíticamente, pero siempre he rehusado esta visión técnica, cuando yo sé que mi visión es telúrica y es un sueño fenicio que se retrotrae a miles de años de antigüedad.
Ahora Ibiza está sin aura, como en un maleficio.
¿Cómo romper el hechizo?