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lunes, 8 de junio de 2015

¡Qué pena! dijo León Felipe



¡QUÉ PENA!

¿Qué pena si este camino fuera de
muchísimas leguas
y siempre se repitieran
los mismos pueblos, las mismas ventas,
los mismos rebaños, las mismas recuas!
¡Qué pena si esta vida nuestra tuviera
-esta vida nuestra- mil
años de existencia!
¿Quién la haría hasta el fin llevadera?
¿Quién la soportaría toda sin protesta?
¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la
cierra al ver las mismas cosas siempre con distinta
fecha?
Los mismos hombres, las mismas guerras,
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas
¡y los mismos, los mismos poetas!
¿Qué pena,
que sea así todo siempre, siempre de la
misma manera!

(León FelipeNueva antología rota)

***


viernes, 5 de diciembre de 2014

Como los dioses nos envidian desde grandes alturas

Mariano Planells, escritor fenicio superviviente en la Mérida romana, marzo de 2011


Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mismos lugares. 

Es el momento de la travesía. 

Y, si no osamos emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos. 

Fernando Pessoa

martes, 23 de septiembre de 2014

Donde habite el olvido, por Luis Cernuda

Luís Cernuda, años 60 (foto ABC)

DONDE HABITE EL OLVIDO...

Donde habite el olvido, 
En los vastos jardines sin aurora; 
Donde yo sólo sea 
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas 
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

LUIS CERNUDA

viernes, 30 de mayo de 2014

El viaje definitivo, por Juan Ramón Jiménez


…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado.
mi espíritu errará, nostálgico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
 
Poemas agrestes (1910-1911)

lunes, 26 de mayo de 2014

Ándeme caliente, por Luis de Góngora

    (1581)
 
 
            Ándeme yo caliente
            y ríase la gente.
 
            Traten otros del gobierno
            del mundo y sus monarquías,
5          mientras gobiernan mis días
            mantequillas y pan tierno,
            y las mañanas de invierno
            naranjada y aguardiente,
            y ríase la gente.
 
10        Coma en dorada vajilla
            el príncipe mil cuidados,
            como píldoras dorados,
            que yo en mi pobre mesilla
            quiero más una morcilla
15        que en el asador reviente,
            y ríase la gente.
 
            Cuando cubra las montañas
            de blanca nieve el enero,
            tenga yo lleno el brasero
20        de bellotas y castañas,
            y quien las dulces patrañas
            del rey que rabió me cuente,
            y ríase la gente.
 
            Busque muy en hora buena
25        el mercader nuevos soles;
            yo, conchas y caracoles
            entre la menuda arena,
            escuchando a Filomena
            sobre el chopo de la fuente,
30        y ríase la gente.
 
            Pase a media noche el mar,
            y arda en amorosa llama
            Leandro por ver su dama,
            que yo más quiero pasar
35        del golfo de mi lagar
            la blanca o roja corriente,
            y ríase la gente.
 
            Pues Amor es tan crüel,
            que de Píramo y su amada
40        hace tálamo una espada,
            do se junten ella y él,
            sea mi Tisbe un pastel,
            y la espada sea mi diente,
            y ríase la gente.


Luis de Góngora y Argote

domingo, 18 de mayo de 2014

No te detengas, Walt Whitman (1819 - 1892)

Walt  Whitman, ilustración de Kike de la Rubia (ABC)

NO TE DETENGAS
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...

Versión de: Leandro Wolfson



Vía PersonArte

domingo, 23 de febrero de 2014

La mujer que más amó Machado, por Andrés Amorós

Antonia Machado en el café Las Salesas
Antonio Machado muere en Collioure el 22 de febrero de 1939. Setenta y cinco años después, continúan las polémicas sobre Guiomar, su amor de la madurez. La historia de su matrimonio es bien conocida: en 1907, Antonio va a Soria como catedrático de Francés. Allí conoce a Leonor, la hija de su patrona, que tenía entonces 14 años. Dos años después se casan. En París, ella sufre una hemorragia que -según el poeta- «fulminó nuestra felicidad». Muere de tuberculosis el año 1912, el mismo año en que se publica «Campos de Castilla». El poeta expresa su dolor con versos conmovedores: «Señor ya me arrancaste lo que yo más quería... / Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar». Esta tragedia acentúa su tendencia a la soledad y la melancolía.
En 1929, publica Machado sus Canciones a Guiomar: ¿se trata de una mujer de carne y hueso o de un puro pretexto literario, como el de tantos escritores? La respuesta llega en 1950, al publicar Concha Espina su libro «De Antonio Machado a su grande y secreto amor» incluye, mutiladas, cartas de amor del poeta y da por muerta a Guiomar, sin revelar su identidad. El escándalo, en el mundo literario, es notable. Siguen luego libros de Justina Ruiz de Conde, José María Moreiro... La revelación definitiva llega con el libro póstumo de Pilar de Valderrama, «Sí, soy Guiomar. (Memorias de mi vida) (1981)». Finalmente, en 1994, Giancarlo

jueves, 6 de febrero de 2014

Oda a Walt Whitman, por Federico García Lorca


Por el East River y el Bronx
los muchachos cantaban enseñando sus cinturas,
con la rueda, el aceite, el cuero y el martillo.
Noventa mil mineros sacaban la plata de las rocas
y los niños dibujaban escaleras y perspectivas.

Pero ninguno se dormía,
ninguno quería ser el río,
ninguno amaba las hojas grandes,
ninguno la lengua azul de la playa.

Por el East River y el Queensborough
los muchachos luchaban con la industria,
y los judíos vendían al fauno del río
la rosa de la circuncisión
y el cielo desembocaba por los puentes y los tejados
manadas de bisontes empujadas por el viento.

Pero ninguno se detenía,
ninguno quería ser nube,
ninguno buscaba los helechos
ni la rueda amarilla del tamboril.

Cuando la luna salga
las poleas rodarán para tumbar el cielo;
un límite de agujas cercará la memoria
y los ataúdes se llevarán a los que no trabajan.

miércoles, 29 de enero de 2014

Juan Ramón Jiménez: «¡Ese Neruda! ¡Pero si no sabe escribir una carta!»

LIBROS


Coincidiendo con el centenario de «Platero y yo», se publica «Por obra del instante», una recopilación de todas las entrevistas realizadas al escritor


Juan Ramón Jiménez y su esposa, Zenobia Camprubí

Fiel a la verdad, comprometido, sin pelos en la lengua y con opinión para todos y de todo, desde la Guerra Civil a los premios Nobel, la RAE, Neruda, Guillen o la Generación del 27. Así era Juan Ramón Jiménez y así se refleja en «Por obra del instante», el libro que reúne las entrevistas que concedió.
Unas entrevistas hechas al poeta de Moguer entre 1901 y 1958 quereconstruyen la biografía de Juan Ramón Jiménez, igual o más que otro de los libros del premio Nobel más esperado y que saldrá este año: «Vida», su biografía, en opinión de la sobrina nieta del poeta,Carmen Hernández Pinzón, representante de los herederos e impulsora y guardiana de toda la obra del autor.
Este libro recoge todas sus entrevistas, «que Juan Ramón también lo consideraba como parte de toda su obra (...) porque le explica muy bien a él y a todas sus épocas. Y Juan Ramón quería que se publicara», dijo ayer Hernández, durante la presentación de este volumen, publicado por la Fundación José Manuel Lara, en colaboración con el centro de Estudios Andaluces.
«Por obra del instante. Entrevistas», ha sido editado por la experta junramoniana Soledad González Ródenas, quien ha impulsado este ambicioso proyecto en el que ha invertido diez años y que comenzó cuando empezó a bucear en el Archivo Zenobia Juan Ramón de la Universidad de Puerto Rico, donde estaban todos estos documentos en un carpeta que Juan

jueves, 7 de noviembre de 2013

Albert Camus: Años de intemperie, incomprensión y rechazo; por Manuel Jabois

Albert Camus y María Casares
Hay un momento nuclear en 'El extranjero' que ocurre cuando Mersault, el protagonista, entra en la sala que le juzga por asesinato. Allí se encuentra con un periodista que primero saluda al policía que le custodia y luego se dirige a él para reconocerle que "hemos exagerado un poco su asunto"a causa del verano, secarral de actualidad. Luego señala a un enviado especial procedente de París, ni más ni menos, y le confiesa que no ha venido por él, pero como estaba allí para informar de otra noticia, le pidieron que transmitiese también su caso. "Estuve a punto de darle las gracias", dice Mersault. No hay voluntad de humor; no hay voluntad de nada. El libro es un testimonio natural, y en tanto que natural, revolucionario, pues, de repente, bajo la acción indiferente de Mersault, asoman a ratos corrientes alternas para adoptar según avanza la historia un camino propio, un lugar al que hay que intentar llegar pese a que se sepa imposible (Camus escribió la obra al mismo tiempo que 'El mito de Sísifo': "No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible"). Lo 'camusiano', que según Bernard-Henri Levy era un kantismo práctico. "Desconfianza, gratitud y

domingo, 15 de septiembre de 2013

Lo fatal, Rubén Darío


Lo fatal




Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, 
y más la piedra dura porque esa ya no siente, 
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, 
ni mayor pesadumbre que la vida consciente. 

Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, 
y el temor de haber sido y un futuro terror... 
Y el espanto seguro de estar mañana muerto, 
y sufrir por la vida y por la sombra y por 

lo que no conocemos y apenas sospechamos, 
y la carne que tienta con sus frescos racimos, 
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, 

¡y no saber adónde vamos, 
ni de dónde venimos!...


Rubén Darío De Cantos de vida y esperanza (1905)
(1867-1916)

sábado, 10 de noviembre de 2012

La quiebra de la amistad

Escribe Ignacio Vidal-Folch en El País unas líneas turbadoras y comprobadas en propia piel. Que las emanaciones de Tanit irradien también hacia la montaña de Montserrat y que iluminen a tantos catalanes perdidos en la fiebre de los pantanos.


Escrito en el AVE: vengo de Madrid, donde he estado hablando de mi libro. Novedad: los periodistas y los blogueros me preguntaban sobre el separatismo, y hasta de madrugada en el Cock tuve que explicarles la “cosa” a aquellas dos chicas tan simpáticas, Teresa y Carmen, a las que en realidad el tema no debería interesarles nada, y que estaban algo sulfuradas. Nunca me habían preguntado tanto por semejantes chorradas. Pero también hay que saber que en las chorradas se nos va la vida. Recuerdo una página enNotas para Silvia donde Pla recuerda el 80º aniversario de Carner, en Bruselas, y cita un soneto que con tal ocasión el poeta les dio a quienes pasaban a felicitarle por su domicilio. Poema tristísimo, sobre el franquismo y la “noche que durará cien años”, que si mi memoria no me falla concluye así: “Pugui jo caure incanviat/ tot fent honor, per via dreturera,/ amb ulls humits i cor enamorat/ a un esquinçall, en altre temps bandera”. En fin, ¡siempre estas cochinadas del amor, el honor y la bandera!
Acabo de llegar a casa, busco en la estantería y encuentro el libro y el comentario de Pla: “Este soneto terrible de Josep Carner se debería dar a todo el mundo para que todo el mundo lo meditase. Pero quizá hubiera sido mejor que este soneto no se hubiese tenido que escribir nunca, haciendo de forma que las personas que formaban parte de las clases dirigentes en el periodo anterior a este periodo hubiesen tenido un poco más de cuidado con las personas con las que se jugaban los cuartos —por decirlo con la vulgaridad natural del país—”.
Con lo de “el periodo anterior” Pla se refería, claro está, a la II República, y a la insensatez de una

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Viejo, por Salvador Sostres



Me voy poniendo viejo y las fuerzas ya no me acompañan hoy como ayer. Sobrevivir a una resaca es cada vez más duro, y si antes resurgía durante el almuerzo ahora ya me cuesta un par de días volver a estar en plenitud de facultades. Plenitud es un forma de hablar, claro. Con el tiempo he aprendido a querer más y mejor a mis amigos, las conversaciones son cada día más intensas y agradables, hemos afinado el instrumento de la amistad de un modo admirable, la ternura y la complicidad fluyen sin tener que convocarlas y las noches en que nada es urgente y puede uno quedarse en el bar hasta las 4 de la mañana son uno de los más bellos regalos. Tirsa. Gintónic british style. Manel Tirvió, mi barman.
Pero luego llega la mañana con un dolor atroz. Dolor de todo, el cuerpo en error total, ningún ibuprofeno puede ya curarme ni anularme las ganas de vomitar. Soldado de la batalla perdida de la vida, han matado a mi caballo. Cada vez con menos gintónics acabo despertándome en un estado completamente deplorable, y como la conversación fue eufórica y la noche fantástica no supe darme cuenta de cuándo pasé de la sobriedad a la siembra del desastre.
Yo nací, perdonadme, en 1975, y aunque algunos dirán que eso no es nada, he notado de un modo alarmante como ya mi cuerpo no aguanta el ritmo de mi alma. La exigencia física que supone tener una hija de un año es considerable, y cuando por la noche no he descansado y tengo que

domingo, 29 de abril de 2012

¡Cuídate España, de tu propia España!


¡Cuídate, España...!

¡Cuídate, España, de tu propia España!
¡Cuídate de la hoz sin el martillo,
cuídate del martillo sin la hoz!
¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,
del verdugo a pesar suyo
y del indiferente a pesar suyo!
¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,
negárate tres veces,
y del que te negó, después, tres veces!
¡Cuídate de las calaveras sin las tibias,
y de las tibias sin las calaveras!
¡Cuídate de los nuevos poderosos!
¡Cuídate del que come tus cadáveres,
del que devora muertos a tus vivos!
¡Cuídate del leal ciento por ciento!
¡Cuídate del cielo más acá del aire
y cuídate del aire más allá del cielo!
¡Cuídate de los que te aman!
¡Cuídate de tus héroes!
¡Cuídate de tus muertos!
¡Cuídate de la República!
¡Cuídate del futuro!…


España, aparte de mí este cáliz (1937)
César Vallejo







 Los heraldos negros
      
Hay golpes en la vida tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido 
se empozara en el alma… Yo no sé!

Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro mas fiero y en el lomo mas fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como 
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!

lunes, 2 de enero de 2012

Dragón de Agua en 2012


Es difícil entender al dragón. Parece que flota a otro nivel suprahumano. Razona de tal manera las cosas que puede dar vueltas a cualquier tradición aceptada por todos... menos por él. Es capaz de convencer a cualquiera que sea un poco inteligente, pero le costará hacerse entender si su auditorio tiene una capacidad intelectual normal. Por eso es posible que se sienta solo algunas veces.

También el dragón disfruta de su condición diferente y a veces se escuda en ella para huir de muchos compromisos sociales. Los que le conocen se lo pueden pasar muy bien con él, ya que es imprevisible y nunca sabrás qué será lo próximo que diga o haga. Son independientes y procuran no necesitar de nadie en el trabajo. Por eso se les verá iniciando su propio negocio e impulsándolo con ideas imaginativas y novedosas.

Aunque no se lo digan, el dragón sabrá que siempre tiene la razón y que aunque se equivoque, habrá sido un experimento fallido, necesario en la rueda de la evolución hacia una perfección mayor y que le servirá para no volverse a equivocar nunca más.

El dragón, por lo que hace y por lo que dice, dará la sensación a los demás de que es de otra dimensión, posiblemente de una dimensión superior al hombre. De ahí, que unos lo admirarán y se someterán a sus órdenes, otros lo odiarán y procurarán tenderle zancadillas para verle caer, mientras que otros le observarán como un bicho raro, más bien desde lejos y sin acercarse. Mientras que los demás no saben muy bien cómo comportarse con el dragón, algunos dragones han aprendido, desde su inteligencia, a actuar de muy diversas formas, para adaptarse a los demás. Esta habilidad no la tienen todos los dragones. Más bien, la mayoría tiende a ser tal y como es, pensando que forzar su forma de ser es un gasto de energía inútil y pensando también que los que tienen que adaptarse son los demás y no ellos.

Aunque el dragón es inteligente es posible que no se de cuenta de muchas cosas, que están a un plano humano, como las segundas intenciones, los dobles sentidos y todas aquellas actitudes humanas tendentes al engaño y a la maldad. Por eso, los dragones pueden sufrir malos momentos en su relación con los demás.
(...)



El Dragón de Agua - 1892, 1952, 2012

Un tipo de Dragón menos imperioso, capaz de óptimo crecimiento y expansión. Puede hacer a un lado su ego en bien de todos, y es menos egoísta y obstinado. Persona inhibida, pero progresista, se empeña mucho en no ser tan conspicuo como los otros Dragones ávidos de poder. Tampoco es que se lo pueda considerar conciliatorio. Es capaz de adoptar una actitud de «vamos a ver qué pasa», y su ingenio es tan formidable como su fuerza de voluntad.
La vida del Dragón de Agua se ajusta a la filosofía de la fidelidad a sí mismo, y no procurará vengarse de quienes opten por el camino opuesto al suyo. Democrático y de mentalidad liberal, puede aceptar sin amargura el rechazo o la derrota.
El Agua es calmante y benéfica para este signo lunar, y el Dragón de Agua sabrá actuar con prudencia y hacer lo que es esencial para su progreso. Es rápido y confiable, y capaz de promover sus ideas con infatigable devoción. Es posible que alcance éxito como negociador, ya que sabé cuándo, dónde y cómo aplicar la fuerza.
Su desventaja principal es que, como constructor, puede padecer de un exceso de optimismo que lo Ileve a olvidarse de reforzar los cimientos. Por el intento de abarcar demasiado, es posible que lo pierda todo. Debe aprender a hacer elecciones difíciles y a renunciar a todo aquello que es imposible o innecesario. Así podrá dedicar sus energías a menos empresas, pero más gratificantes.

Sitio Hispano de Astropología

lunes, 7 de marzo de 2011

Miré los muros de la patria mía... Francisco de Quevedo

Miré los muros de la patria mía
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.
Salíme al campo, vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.
Entré en mi casa; vi que amancillada
de anciana habitación era despojos;
mi báculo, más corvo y menos fuerte;
vencida de la edad sentí mi espada
y no hallé cosa en que poner mis ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.

sábado, 12 de febrero de 2011

Antonio Colinas me presenta mis elefantes II en Ibiza


En 1980 publiqué Ibiza, la senda de los elefantes I y justo seis años después el segundo volumen.
Para la presentación conté con la inestimable ayuda del poeta Antonio Colinas, entonces afincado en Ibiza,
aunque también se iría unos años después.
Ibiza fue un lugar magnífico para los creadores durante los años 50, los 60 y la primera mitad de los 70, pero a partir de este momento la isla tomó un rumbo poco acogedor para los elefantes. Todos, uno a uno -aunque hay alguna rara excepción- fueron abandonando la isla, incluso yo que soy fenicio genuino. Pero a mí tampoco me gusta la Ibiza de hoy, aunque la isla en sí sigue salvando algunos parajes muy hermosos.

El hecho es que Antonio, buen amigo, hizo la presentación, que me encantó.
Al finalizar se la pedí y ahora puedo ponerla en disposición de muchos jóvenes que, a buen seguro alucinarán por la variedad y densidad de creadores, todavía en aquella fecha de 1986.
Pero bueno, la historia es bastante cruel y quien pretenda tenerlo todo que se vaya a Nueva York y tendrá mucho, todo...  a excepción de lo que falte.
Ibiza ida, desaparecida, nos quedan algunos recuerdos y la firme voluntad de ofrecer las partes positivas que todavía sean de alguna utilidad.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, Cesare Pavese



Vendrá la muerte y tendrá tus ojos-
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, cara esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Elegía a Ramón Sijé, por Miguel Hernández



No puedo visitar a mi padre, que descansa en un cementerio de la isla de Ibiza. Estoy muy lejos. Igual está en mi corazón y en mi memoria.
Visito un cementerio de la vieja España. En la entrada me dan impresa la Elegía dedicada a Ramón Sijé, escrita por Miguel Hernández en 1936.
Un cuarteto de cuerda va desgranando adagios y temas dulces, melancólicos. Pasan los gitanos impasibles y van formando corros. Se traen de casa las sillas. Ojos llorosos y semblantes descompuestos.
El camposanto se llena de música y de flores. Luce el sol y las moscas lo agradecen, y yo también. Voy caminando por las calles de la Ciudad de los Muertos.
Cuando vuelva a casa releeré una vez más el poema de Hernández, tan rebelde y tan sentido.



Elegía





(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería).

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.

Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.

Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.



10 de enero de 1936

Miguel Hernández



viernes, 24 de septiembre de 2010

Las campanas lloran por tí

 
 
...Ningún hombre es en sí 
equiparable a una isla.
 
Todo hombre es un pedazo del continente,  
una parte de tierra firme.
 
Si el mar llevara lejos un terrón,
Europa perdería 
como si fuera un promontorio.
 
Como si se llevara una casa solariega 
de tus amigos o la tuya propia.
 
La muerte de cualquier hombre me disminuye, 
porque soy una parte de la Humanidad.  
 
Por eso no preguntes nunca  
por quien doblan las campanas, 
están doblando por ti.
 
John Donne
 
 
 
-- Versión original (en inglés)
 
For whom the bell tolls

...
No man is an island,
Entire of itself.
Each is a piece of the continent,
A part of the main.
If a clod be washed away by the sea,
Europe is the less.
As well as if a promontory were.
As well as if a manner of thine own
Or of thine friend's were.
Each man's death diminishes me,
For I am involved in mankind.
Therefore, send not to know
For whom the bell tolls,

It tolls for thee.



Sobre John Donne