Coincidiendo con el centenario de «Platero y yo», se publica «Por obra del instante», una recopilación de todas las entrevistas realizadas al escritor
Juan Ramón Jiménez y su esposa, Zenobia Camprubí |
Fiel a la verdad, comprometido, sin pelos en la lengua y con opinión para todos y de todo, desde la Guerra Civil a los premios Nobel, la RAE, Neruda, Guillen o la Generación del 27. Así era Juan Ramón Jiménez y así se refleja en «Por obra del instante», el libro que reúne las entrevistas que concedió.
Unas entrevistas hechas al poeta de Moguer entre 1901 y 1958 quereconstruyen la biografía de Juan Ramón Jiménez, igual o más que otro de los libros del premio Nobel más esperado y que saldrá este año: «Vida», su biografía, en opinión de la sobrina nieta del poeta,Carmen Hernández Pinzón, representante de los herederos e impulsora y guardiana de toda la obra del autor.
Este libro recoge todas sus entrevistas, «que Juan Ramón también lo consideraba como parte de toda su obra (...) porque le explica muy bien a él y a todas sus épocas. Y Juan Ramón quería que se publicara», dijo ayer Hernández, durante la presentación de este volumen, publicado por la Fundación José Manuel Lara, en colaboración con el centro de Estudios Andaluces.
«Por obra del instante. Entrevistas», ha sido editado por la experta junramoniana Soledad González Ródenas, quien ha impulsado este ambicioso proyecto en el que ha invertido diez años y que comenzó cuando empezó a bucear en el Archivo Zenobia Juan Ramón de la Universidad de Puerto Rico, donde estaban todos estos documentos en un carpeta que Juan
Ramón llamó «Entrevistas y cuestionarios».
Ramón llamó «Entrevistas y cuestionarios».
El volumen está formado por 88 documentos con entrevistas, y cartas, diálogos y semblanzas en las que algunos autores relatan su encuentro con él, como Ramón Gómez de la Serna, Rafael Alberti, Ramón Gaya, Carmen Conde y Rafael Casinos Assens.
El título «Por obra de un instante» pertenece a uno de los poemas que formaron parte de su antología «Leyenda», según indicó Soledad González, porque explica bien el momento que encierra lo que opina Juan Ramón en ese instante. Este libro es la crónica de su vida», subrayó.
Problemas con sus contemporáneos
Juan Ramón Jiménez, con fama de hosco y exigente ética y estéticamente, tuvo algunos problemas con sus contemporáneos por decir lo que pensaba en cada momento. «Si alguna vez Juan Ramón ofendió a alguien no lo insultó con calumnias, siempre lo hizo con la verdad, una críticas a las que luego la historia le ha dado la razón», comentó González Ródenas.
Con Neruda y Guillén Juan Ramón protagonizó encontronazos sonoros, al igual que con Pío Baroja, al que consideraba mal escritor.
De Neruda, Juan Ramón le dijo a Pablo Suero, que vino a España a entrevistar a personalidades a favor de la República, que aborrecía «la poesía que era química pura, artificio. ¡Ese Neruda! ¡Pero si no sabe escribir una carta!», espetó.
Y de la generación del 27 en 1935 advirtió: «En Lorca y Alberti se vuelve a encontrar la expresión dinámica. Luego hay un grupoGuillén, Salinas, etc. a los que yo llamaría 'poetas voluntarios'. Viven a fuerza de ocultación y andamiaje. No tienen invención ni acento (...) hacen una cosa que está muy bien literariamente pero que no es poesía».
El libro recorre las etapas del escritor y su pensamiento hasta llegar al final de su vida, cuando al autor de «Platero y yo» -que este año celebra su centenario- le conceden el premio Nobel y muere su amada Zenobia Camprubrí. «Entró en una profunda depresión y ya solo contesta con monosílabos», concluye Hernández Pinzón.
Efe, vía ABC