Ya padecía alzheimer, tenía 93 años y ha fallecido en París.
Yo le conocí en Ibiza a mediados de los años 70, es decir, hace más de 40 años. Ha sido uno de los elefantes de la isla más discretos, fieles y constantes.
Zao Wou Ki, litografía, 1976 |
Como a casi todos, les conocí en la galería de Carl van der Voort, que fue -junto a Ivan Spence- uno de los mejores embajadores de la Ibiza artística, aquella senda de los elefante cosmopolitas que pudieron cobijarse en sus campos hasta que llegó el turismo de masas y lo barrió todo.
Foto de AFP mostrando una de sus últimas series pictóricas, siempre en una línea lírica, abstracta permitiendo mucho protagonismo al color.
El final de Ibiza, la senda de los elefantes ha sido muy triste. De aquella república de las artes apenas quedan trazos, alguna señal. Zao Wouki era tan silencioso y discreto que apenas se hablaba de él.
Crucé algunas palabras en francés, pero jamás pude desentrañar sus pensamientos. venía de China, de donde pudo salir en 1948, antes de que la sangrienta Revolución diera cuenta de él.
2005, foto L.A. García |
En realidad exponía en París y otras capitales. Ibiza era su refugio secreto, su lugar donde preparar nuevas aventuras, que en su caso eran pausadas y lentas.
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