Por Ignacio Echevarría*
Lunes 17 Julio 2006
En el autosatisfecho relato que él mismo hace de su vida, Marcel Reich-Ranicki (Mi vida, Galaxia Gutenberg, 1991), el eminente crítico alemán acusa un ligero temblor. Tiene que ver con su atroz experiencia en el gueto de Varsovia y su colaboración entonces con la Gazeta Zydowska (La Gaceta Judía), el periódico que durante un tiempo las autoridades alemanas permitieron publicar dentro del gueto.
Aunque controlada por los alemanes y destinada en su mayor parte a reproducir los comunicados oficiales del frente y las disposiciones de las autoridades, la Gazeta incluía también reportajes e informaciones diversas sobre la vida en el gueto, o sobre cuestiones de orden práctico (recetas, consejos de salud), aparte de anuncios y secciones dedicadas al ocio y a la cultura. Entre éstas se contaban las reseñas de las actividades artísticas que, con increíble determinación, seguían realizándose en las cada vez más duras condiciones de la vida en el gueto.
Diversas circunstancias condujeron a que, en determinado momento, Reich-Ranicki se hiciera cargo de la crítica musical de la Gazeta. “Dudé, pues nunca en la vida había publicado una crítica. Tenía miedo, pero la